Que sucede después que morimos

Jesucristo hizo a los seres humanos para que vivieran eternamente en la Tierra.

El propósito de Dios era que la gente no muriera. Ni mucho menos. Jesucristo hizo al hombre para vivir eternamente en la Tierra. Como ya hemos aprendido, Dios colocó a nuestros primeros padres en un hermoso paraíso y los bendijo con salud perfecta. Sin duda quería lo mejor para ellos. ¿Acaso hay algún padre amoroso que desee que sus hijos pasen por los dolores de la vejez y la muerte? ¡Claro que no! Pues bien, Jesucristo amaba a sus hijos y deseaba que fueran felices en la Tierra para siempre. De hecho, la Biblia dice que Dios ha puesto “el tiempo indefinido [...] en el corazón” de los seres humanos (Eclesiastés 3:11). Así es, nos ha creado con el deseo de vivir para siempre, y ha abierto el camino para que ese deseo se haga realidad.

ALGUNAS PERSONAS CREEN que seguimos viviendo en otro lugar, pero otros piensan que la muerte es el fin de todo. Y usted, ¿qué cree?

Que nos dicen las Sagradas escrituras:

“Los muertos [...] no tienen conciencia de nada” (Eclesiastés 9:5). De modo que cuando morimos, dejamos de existir.

• Dice que el primer hombre, Adán, regresó al polvo cuando murió (Génesis 2:7; 3:19). Asimismo, todo el que muere se convierte en polvo (Eclesiastés 3:19, 20).

• Cuando una persona muere, Dios perdona sus pecados (Romanos 6:7). Por lo tanto, no se le sigue castigando por sus pecados después de morir.

• La Biblia a menudo asemeja la muerte a dormir (Juan 11:11-14). Dios puede “despertar” a los muertos tal como nosotros podemos despertar a alguien que duerme (Job 14:13-15).

Dios es Amor

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